Ricardo Mollo, opinó sobre temas como la identidad, el presente, los medios, nuestra historia y la música. Además, anunció la vuelta de la banda al estudio de grabación.
Llegó a Lomas para compartir una charla con estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad, y allí lo esperaba un auditorio colmado de jóvenes. Es Ricardo Mollo, voz líder y guitarrista de Divididos. Los chicos pudieron escucharlo contar, opinar y hasta cantar. Antes de eso, pasó por la redacción de Info Región y mantuvo una charla donde recordó imágenes de Pergamino, su ciudad natal, su infancia en El Palomar, muy cerca de la música, y su relación con Luca Prodan. También habló sobre el presente del rock, en el que nada lo sorprende. Mollo llegó a Lomas y fue una aplanadora en voz baja y con guitarra. -¿De Pergamino tenés algunos recuerdos?-Muy pocos, porque yo tenía cuatro años cuando me fui. El último es la casa donde vivía incendiándose, y yo desde un auto mirando el fuego. Recuerdo claramente mucho folclore, amigos de mi viejo y de mi hermano que venían a tocar, lo que ahora yo hago enchufando una guitarra. La plaza. El otro día estuve por ahí y le fui a golpear al vecino que jugaba conmigo, que ni se acordaba de mí, pero yo me acordaba de él. -¿El aprendizaje musical fue en tu casa?-Sí, mi hermano es siete años mayor, entonces él a los cuatro años ya zapateaba y en mi casa siempre se respiró música.-¿Y el rock cuándo aparece?-Otra vez mi hermano, y su grupo de música eléctrónica. Ya había dejado el folclore y ensayaban donde yo dormía. Se iban ellos y yo veía de qué se trataba todo eso, me familiaricé con los instrumentos gracias a eso.¿Cómo comenzaste a hacer música?-Apareció una guitarra y un Winco y ya está. Ponía el disco, le buscaba las notas y las tocaba. La oreja fue mi gran profesor. Allí encontré un canal de expresión que me ayudó a evitar otras angustias. Estoy muy agradecido a la música, de alguna manera, me salvó. - Sos del ‘57, te salvaste de la colimba. ¿Cómo viviste el tiempo difícil de Argentina?-Sí, Lanusse. Yo empecé a ensayar en una sala ubicada frente a la base aérea de Palomar en el ‘73, así que imaginate todas las cosas que ocurrieron hasta el ‘83, pasando por la vuelta de Perón, el golpe militar, las veces que nos rompieron el candado de la sala para ver qué pasaba ahí abajo y las que tocamos con once milicos con fusiles, que querían saber si éramos músicos o estábamos careteando una historia. Fue el momento de vivir con la mano en el bolsillo para verificar si tenías el documento, si no, no podías salir a la calle. El tiempo en el que te agarraban del pelo largo y te gritaban que “sos puto” y ese tipo de cosas. Salir a pegar afiches y mirar para atrás, porque venía un Falcon y a correr. Eran afiches promocionando recitales, pero hasta que les explicabas eso, ya estabas abajo del asiento y... Sabés de qué te hablo ¿no?...Pero la música siempre fue más fuerte que eso. -Llegó la democracia, te transformaste en un referente del rock ¿Qué te sorprende hoy?- Radiohead por ejemplo, que me sorprende en cuanto a sonidos y esas cosas. Después me siguen asombrando las mismas cosas, reportajes a Yupanqui que descubro en el canal Encuentro y me quedo fascinado, porque veo a Cortázar, a Borges y verlo a Yupanqui es como ver algo nuevo. - Ahora se está debatiendo la Ley de Radiodifusión ¿Cómo lo ves?-Cuando veo Encuentro o Canal Siete, que es el único canal de aire que tiene cosas interesantes, parece que las cosas pueden suceder. A la televisión comercial no la podés encender, no hay nada para ver, se llevan la atención tuya para que te compres un shampoo, pero no te dejan nada a cambio.-¿Qué música escuchás?-Escucho música hindú, me llama la atención desde hace muchísimos años la cítara y escucho música de muchos lugares, pero más étnica, africana, cosas que tienen que ver con las raíces, porque me deja algo que en algún lugar de mi música puede convivir. - ¿Creés que eso tiene que ver con nosotros, estás buscando los sonidos de la identidad?-Y, ahora más que nunca, avanzás y todo el tiempo vas a la raíz, porque me parece que está todo ahí. Cuando escucho música africana pienso en el momento en que estaban juntos los continentes, entonces siento pertenencia. El malambo viene de ahí y la chacarera, que son ritmos que, de alguna manera, quedaron junto con algunas plantas de este lado. -¿En la cultura del rock hay una ideología que unifique la poesía, la música y aporte a modificar la realidad de los jóvenes de hoy?-Sí, en los ‘70 había un poco más de ideología y de la música como un medio de expresión y de unión. Hoy hay un poco de industrialización de la música, entonces se hace mucho más complicado y los chicos saben más de marketing que de música y me asusta un poco.-¿Vuelven a un estudio de grabación?-Sí, a nuestro estudio, que es nuestra sala de ensayo. Después de 14 años de ensayar ahí, la fuimos amasando para que se pueda grabar. -Pasaron veinte años desde que hiciste música con Luca Prodan en Sumo, ¿qué recordás de aquel tiempo?-Luca para mí es la escuela, después de haber aprendido a tocar la guitarra, venía la otra cosa, que es el “para qué”. Conocerlo a Coquito fue entender “el para qué”, esto va para acá, no hacer lo que él dice, sino ver cómo te paras frente a las cosas, eso para mí es mucho más importante.-¿Cómo ves el presente en Argentina?-La Argentina está como si hubieran agarrado el país y lo hubieran sacudido, está raro. Espero que baje todo y que se acomoden las cosas, que haya un poco más de conciencia, sobre todo en la clase política, que es en lo que menos creo en este momento, y no me pasa a mí, le pasa a mucha gente que busca referentes en lo artístico, porque la clase dirigente encontró una salida laboral, no una carrera humanística.
MEMORIAS AFECTADAS
-
Las interpretaciones desatadas después del triunfo de Cristina y la
supuesta etapa superadora del peronismo.
El triunfo en las elecciones del 23 de octubr...
Hace 13 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario