Es uno de esos días cuando sabe que sabe
que ha valido la pena
el escarbar con la lengua todo el braserío
que aún de rescoldo, persisten porfías
juegos que de a ratos le agotan las paciencias.
De vez en cuando también sabe que sabe
de dedos que resignan y curan su ala herida.
A veces suma de varias hortalizas
y resume en su quinta al conejo que sonríe
escarbando en los surcos.
Hace lo mismo, lo hizo tantas veces
que quizá al apuro obvió el darse cuenta
de las patas traviesas rasguñando adoquines
mezclados con sirenas.
A veces sus terceras personas te confunden
y pones a resguardo pronombre y artículo
un patas para arriba los ufas refunfuñan
mientras vas mudando de bolsillo a bolsillo.
El mejor obsequio que supone dado
fue aquel par de sogas a tu niña-vereda
se le antojó que Mafalda volvía sin marcharse
y se llenó de fotos trepado de aquél árbol.
La sal de algún mejungue lo encontró tea olímpica
luego por esas cosas que las cosas compensan
miró la cicatriz y sintió las cosquillas
esas que avisaban que la cura había sido;
la cicatriz bendita del que sigue de azúcar.
Sí, hoy fue un día de esos que maldijo su oreja
incapaz ofrenda como aquellos dos libros
que se c...aen de risa ahogados de espera
envueltos en papel rústico y sencillo
manteniendo allí dentro las noblezas sin quita.
Pero vuelve al bis de tal vez no debiera
tac tac tac de teclado a uno de esos días
donde otra vez repite lo mejor que le ha visto
el fundir los colores que en lugar de dar blanco
se hacen colorado bordado de una cuita;
Se cambia el artículo por el pronombre justo
toc toc toc de ese enorme marco de tu puerta.
Ergasto-2/9/08
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