Era otro día
luego del fin del diluvio
volvimos a vernos
Estábamos más jóvenes
más lindos
Aún así
seguimos recalcándonos
en la lucha por los sueños
sobre el abrazo amigo.
La tinta seguiría
fresca de correr
por tus ojos y los mios.
En el pasar,
la gente en multitud
que no comprendió
el aparte festivo
que nos regalamos.
Las rotativas del grito
se habían salvado.
Nunca nos fuimos
picamiel
Me apareció una mujer
envuelta en nubes transparentes,
desnuda hasta los ojos,
y, al acercar su sonrisa a mi semblante,
un seno suyo acarició el resorte de la cama.
Se movía como una marioneta enloquecida
y me pareció escuchar un poema
saliendo de su oreja.
Me besó sin besarme,
hiriéndome con sus labios de azucena,
lamiéndome con sus dientes de chacala,
succionándome todo el olvido
hasta obligarme a recordar
cualquier nimio detalle
y algún hecho monstruoso.
Me arrastró por el piso de la noche,
me salpicó de estrelllas la mirada
y, cuando yo estaba ebrio del licor
que vertían sus caderas,
la poseí sin poseerla, la amé odiándola,
la bañé con lluvia de miel y leche
y la vi irse convertida en demonio
Jorge Luis Estrella
Aclaro:
la escribo, la vivo pero no jamás he creído que previene
ni una muerte. Y este es de esos poemas que no
consiguen editor. Imaginen a las manadas de Poetas Del
Mundo leyendo esto!
AVC
La
poesía,
chorro de
semen
o menstruo.
Una
verborrea.
No salva a
nadie.
No conduce al
cielo
ni al
infierno.
Morimos con
ella
o sin
ella.
Nadie la
protege.
Muchos la
defecan.
Una
puñeta
putafísica,
exhibicionista,
onanista,
sentimentaloide,
llena de
sudores
gemidos y
llantos,
rabietas,
orgasmos
y
depresiones,
lunas y
lirios,
castillos y
amantes,
mediocre
pantano
cibernético.
Baila
al son que le
metan,
hipócrita
siempre
como buen
político:
pagana, cristiano,
bugarrón, doncella,
victimario,
víctima..
Para
salvarla
hay que
devaluarlo,
disciplinarla,
desnudarlo en
público,
morderle las
carnes,
caerle a
patadas,
hacerla
arrastrarse
hasta que
revele
la
paradoja
de su
teorema.
31/03/05
Alfavil
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